domingo, 31 de mayo de 2009

Teatro Argentino de La Plata

RESEÑA HISTORICA

Con la capitalización de la ciudad de Buenos Aires, a fines del siglo diecinueve, quedó sin su cabecera la provincia más importante del país. Las alternativas que se abrieron entonces fueron designar sede del gobierno provincial a algún emplazamiento urbano ya existente o crear una nueva ciudad. Finalmente se optó por levantar una capital provincial y, por iniciativa del Dr. Dardo Rocha, se fundó el 19 de noviembre de 1882 la ciudad de La Plata

El arquitecto Pedro Benoit fue el responsable de la
planificación urbana de la flamante capital, que incluía imponentes edificios públicos pero no preveía la
construcción de un teatro. Concientes de su necesidad,
un grupo de vecinos constituyó la Sociedad Anónima Teatro Argentino e inscribió como propio, en 1885, el terreno comprendido entre las avenidas 51 y 53 y las calles 9 y 10, con el propósito de erigir allí una sala de espectáculos.

El proyecto fue encargado al italiano Leopoldo Rocchi, quien ideó una planta en forma de herradura, según el modelo peninsular, y se ajustó a los cánones estilísticos renacentistas. Cinco años demandó la construcción del espectacular teatro, que con sus cinco niveles –entre palcos y galerías- tenía capacidad para albergar a más de 1500 espectadores.

Vista del antiguo edificio y sus jardines Vista general de la Sala Principal Vista general del antiguo edificio

Finalmente, coincidiendo con el octavo aniversario de la ciudad, el 19 de noviembre de 1890, el Teatro Argentino levantó por primera vez el telón En aquella jornada inicial se cantó “Otello”, la ópera de Giuseppe Verdi, con un elenco encabezado por la soprano italiana Elvira Colonnese, el tenor uruguayo José Oxilia, el barítono Pietro Cesari y la mezzosoprano Margarita Preziosi. Inauguraba así sus actividades una institución llamada a convertirse en una de las principales difusoras de las artes musicales, líricas y coreográficas.
Por su escenario desfilaron los nombres más destacados del panorama internacional de cada época y disciplina, tales los casos, entre otros, de los cantantes María Barrientos, Luisa Tetrazzini, Emma Carelli, Tita Rufo, Fedora Barbieri, Tito Schipa, Beniamino Gigli, Marian Anderson y Mario del Mónaco; los bailarines Ana Pavlova, Dore Hoyer e Iris Scaccheri; los músicos Pietro Mascagni, Richard Strauss (junto a la Orquesta Filarmónica de Viena), Arthur Rubinstein, Andrés Segovia, Alexander Brailowsky, Claudio Arrau, Pablo Casals y Yehudi Menuhin, y las actrices María Guerrero y Eleonora Duse. Junto a ellos descollaron artistas nacionales, algunos iniciaron en La Plata una brillante trayectoria que habrían de proseguir ante diferentes públicos del país y del exterior; otros, alcanzaron sobre sus tablas la consagración definitiva.
Los problemas financieros de la sociedad propietaria derivaron en 1937 en la toma de posesión de la sala en manos del gobierno provincial, por lo que a partir de allí el Teatro Argentino se constituyó en una institución cultural de carácter oficial. Tras una profunda refacción del edificio, las autoridades creyeron necesaria una estructura que le permitiera montar íntegramente sus propios espectáculos, por lo que en 1938 se crearon la Orquesta y el Coro Estables, y ocho años más tarde, el Ballet. Estos Cuerpos tuvieron el apoyo de los distintos sectores técnicos con los que el Teatro emprendió destacadas temporadas, alternadas en época estival con el Anfiteatro Martín Fierro del Paseo del Bosque.
El 18 de octubre de 1977 el Teatro Argentino vivió la jornada más dramática de su historia. A las 14.30, mientras ensayaba el ballet, un voraz incendio se desató en el escenario que en pocas horas redujo a cenizas la sala de estilo renacentista. Sólo permanecieron en pie el foyer y las paredes perimetrale


LA NUEVA ETAPA

Ante el desgraciado suceso, las autoridades gubernamentales de entonces decidieron la demolición y la construcción, en el mismo sitio, de un gran complejo artístico-cultural. Las obras del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino se iniciaron en 1980 y el plazo para su terminación se calculó inicialmente en cuatro años. Sin embargo, los trabajos sufrieron constantes retrasos y frecuentes períodos de paralización.

Sin su sede propia, el personal del Teatro debió repartirse por distintos sitios de la ciudad para seguir desempeñando sus tareas. En 1987, cuando las autoridades provinciales vieron la demora que padecía el levantamiento del nuevo complejo, decidieron alquilar mientras tanto la sala del ex cine Rocha.

Sala de cámara
"Astor Piazzolla"
Vista general del
nuevo edificio
Sala lírica
"Alberto Ginastera"

Reformado para cumplir su cometido, el ámbito de la calle 49 entre 7 y 8 cobijó, desde entonces, las óperas, los ballet y los conciertos programados. Se sumaron a este esfuerzo conjunto los más destacados artistas nacionales de las distintas disciplinas que acompañaron a los cuerpos estables. Allí se celebró en 1990 el Centenario del Teatro con la puesta en escena de “Otello”, la ópera de Verdi que cien años atrás había inaugurado la institución. Finalmente, el 12 de octubre de 1999 se inauguró la sala principal, a la que posteriormente se denominó Alberto Ginastera , del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino , con un programa que incluyó, en su primera parte, el ballet “Tango en Gris” con coreografía de Oscar Araiz y música de Atilio Stampone, y en el complemento, un concierto lírico en el que se interpretó fragmentos de óperas de los compositores Giuseppe Verdi, Charles Gounod, Umberto Giordano y Gaetano Donizetti.

La sala posee la forma tradicional “a la italiana” en herradura, y entre plateas y los tres niveles de palcos y galerías está en condiciones de albergar a 2000 espectadores. La maquinaria escénica de avanzada permite ofrecer obras de difícil montaje, con plataformas móviles y un sistema computarizado de iluminación de última generación. Presidiendo la sala se alza una imponente araña de bronce de tres toneladas y 400 lámparas de 25.000 wats. Unos meses después, el 22 de mayo de 2000, quedó inaugurada la Sala Astor Piazzolla , dedicada a las artes de cámara con capacidad para 300 espectadores. Asimismo, en el primer subsuelo fue habilitada la Sala de Exposiciones Emilio Pettoruti , espacio en el que se realizan grandes muestras dedicadas a las artes plásticas. Con la recuperación de su sede propia, el Teatro Argentino volvió a contar con condiciones óptimas para cumplir con su noble objetivo: acercar a sectores cada vez más amplios de la población las más jerarquizadas manifestaciones artísticas.

Fuente: teatroargentino

El denominado Teatro Argentino de La Plata se encuentra emplazado en la manzana delimitada por las calles 9 y 10 y las avenidas 51 y 53, de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, en Argentina.

Luego de que el edificio del teatro argentino se incendiaria en 1976, destruyéndolo por completo, años después se construyó en la década del 90, un nuevo Teatro Argentino y se inauguró el 12 de octubre de 1999.

Costo = u$s 110.000.000,00 aprox.
capacidad = 2.200 espectadores (Sala Lírica)
dimensiones = 60.000 metros cuadrados cubiertos

Fuente: trekearth.com/gallery

El Coliseo Podestá abre sus puertas al teatro independiente de toda la ciudad


Daniel Sosa y Paola Ponferrada, directores de la obra que abre el ciclo de teatro independiente

La propuesta arranca hoy con la obra Lombrices y continuará todos los domingos.

Una iniciativa conjunta de la Municipalidad de La Plata, encarnada en la dirección del intendente de la ciudad, Pablo Bruera; el director del Coliseo Podestá, José Cipollone, y el director artístico de la institución, profesor Alejandro Fontenla, permitirá a artistas platenses independientes presentar sus espectáculos en el espacio ofrecido por el teatro municipal desde este domingo 31 de mayo a las 20 y durante todos los domingos sucesivos.
Lombrices, de Pablo Albarello, inaugurará la apertura del ciclo de teatro independiente con las actuaciones de Pablo Fernández Iriarte y Esteban Matrángulo y bajo la dirección de Paola Ponferrada y Daniel Sosa.

"La propuesta data de 2008, con la idea de ofrecer un espacio para el arte independiente de la ciudad de La Plata en este teatro. Es una iniciativa que implicará la colaboración de todos –destacó Cipollone–, desde nuestro lugar ofreciendo el espacio del Coliseo, ayudando a los grupos independientes, y desde los medios convocando a la gente a que se acerque para apreciar las producciones teatrales".

Esta nueva apuesta, ofrece a los grupos de teatro participantes una cantidad de invitaciones determinadas sin costo alguno, al tiempo que permite adquirir las entradas a un precio que oscilará entre los 10 y 15 pesos.
"No tiene que ser un espacio con proyectos de afuera, sino que debemos armar nuestras propias producciones. Debe ser el teatro de todos los artistas platenses", remarcó Fontenla. En cuanto al criterio de selección de las obras, el director artístico se refirió a la prioridad de la innovación sobre la dramaturgia. Alrededor de 25 grupos fueron los inscriptos y la realización se llevará a cabo una vez por mes.

Los directores de Lombrices, hablaron con Diagonales.

–¿En que se basa la síntesis argumental de Lombrices?

Daniel Sosa: –Es una comedia, con una concepción muy actual, de un actor porteño, Pablo Albarello. Y tiene un humor muy ácido por momentos, es la historia de dos mujeres mayores que viven aisladas en un submundo. De hecho, se produce un incendio y ellas nunca se enteran. Establecen un juego permanente entre lo que es el humor negro y el humor naif del otro personaje. Se establece permanentemente un juego de comedia muy lindo, donde ves las dos personalidades bien diferenciadas de estas vecinas. De hecho, el marido de una de ellas había sido el administrador del edificio.

Paola Ponferrada: –Los personajes son Martirio, que está representado por Pablo Fernández Iriarte, y el de Consuelo, por Esteban Matrángulo.

D.S.: –Nosotros pertenecemos al grupo Hechiceros de la noche, estamos ensayando en el teatro Luz y Fuerza. Pero ellos nos contrataron por afuera del grupo para que nos hiciéramos cargo de la dirección.

–¿Cómo se acercaron ustedes a la propuesta realizada por el Coliseo?

P.P.: –Nos acercamos cuando tomamos conocimiento de la propuesta a través de Internet. A partir de ahí, se generó una corriente de constante información con gente del Coliseo que nos ayudó muchísimo y, al mismo tiempo, ayudamos porque ellos nunca habían encarado este tipo de espectáculos. El teatro trae puestas hechas, y hubo que aprender a manejar la parte técnica, lumínica, de sonido. Todo lo fuimos viendo en grupo. Como decía el director del Coliseo Podestá, "estamos aprendiendo juntos". Ellos aprendieron la mecánica de poner una obra.

–¿Creen que La Plata empezará a darle espacio al teatro independiente con este proyecto?

D.S.: –El Coliseo Podestá jamás había tenido la apertura que está teniendo hoy al teatro independiente. Es un paso importante.

P.P: – El teatro independiente siempre fue circunscripto a pequeñas salas, con esfuerzo, a pulmón y jamás había tenido la oportunidad de subirse a un escenario como éste, con la envergadura y trayectoria que tiene el Coliseo Podestá. Es un proyecto que sienta un precedente para que todos los grupos de teatro local tengan la oportunidad de mostrar lo que hacen al público mayoritario.

–¿Cómo se enteraron que su obra quedó elegida?

D.S.: –El coliseo hizo una evaluación sin tener en cuenta la dramaturgia o historias de grupos. Esta obra cumplió con los requisitos que pedían, porque son dos personajes, porque se puede hacer desde una escenografía muy importante hasta otra minimalista. Tenía adaptabilidad técnica, es fácil de hacer a nivel técnico. La gente del Coliseo se contactó con nosotros y nos informó que había sido seleccionada. La composición externa de los personajes no fue tan fácil. Pablo Albarello sugirió que fuera hecha por hombres. Parecía complicado, pero todo se solucionó y estamos para arrancar.

Fuente: El Argentino

Teatro Argentino de La Plata provincia de Buenos Aires

RESEÑA HISTORICA
Con la capitalización de la ciudad de Buenos Aires, a fines del siglo diecinueve, quedó sin su cabecera la provincia más importante del país. Las alternativas que se abrieron entonces fueron designar sede del gobierno provincial a algún emplazamiento urbano ya existente o crear una nueva ciudad. Finalmente se optó por levantar una capital provincial y, por iniciativa del Dr. Dardo Rocha, se fundó el 19 de noviembre de 1882 la ciudad de La Plata.

El arquitecto Pedro Benoit fue el responsable de la planificación urbana de la flamante capital, que incluía imponentes edificios públicos pero no preveía la construcción de un teatro. Concientes de su necesidad, un grupo de vecinos constituyó la Sociedad Anónima Teatro Argentino e inscribió como propio, en 1885, el terreno comprendido entre las avenidas 51 y 53 y las calles 9 y 10, con el propósito de erigir allí una sala de espectáculos.

El proyecto fue encargado al italiano Leopoldo Rocchi, quien ideó una planta en forma de herradura, según el modelo peninsular, y se ajustó a los cánones estilísticos renacentistas. Cinco años demandó la construcción del espectacular teatro, que con sus cinco niveles –entre palcos y galerías- tenía capacidad para albergar a más de 1500 espectadores.


Vista del antiguo edificio y sus jardines Vista general de la Sala Principal Vista general del antiguo
Finalmente, coincidiendo con el octavo aniversario de la ciudad, el 19 de noviembre de 1890, el Teatro Argentino levantó por primera vez el telón En aquella jornada inicial se cantó “Otello”, la ópera de Giuseppe Verdi, con un elenco encabezado por la soprano italiana Elvira Colonnese, el tenor uruguayo José Oxilia, el barítono Pietro Cesari y la mezzosoprano Margarita Preziosi. Inauguraba así sus actividades una institución llamada a convertirse en una de las principales difusoras de las artes musicales, líricas y coreográficas.

Por su escenario desfilaron los nombres más destacados del panorama internacional de cada época y disciplina, tales los casos, entre otros, de los cantantes María Barrientos, Luisa Tetrazzini, Emma Carelli, Tita Rufo, Fedora Barbieri, Tito Schipa, Beniamino Gigli, Marian Anderson y Mario del Mónaco; los bailarines Ana Pavlova, Dore Hoyer e Iris Scaccheri; los músicos Pietro Mascagni, Richard Strauss (junto a la Orquesta Filarmónica de Viena), Arthur Rubinstein, Andrés Segovia, Alexander Brailowsky, Claudio Arrau, Pablo Casals y Yehudi Menuhin, y las actrices María Guerrero y Eleonora Duse. Junto a ellos descollaron artistas nacionales, algunos iniciaron en La Plata una brillante trayectoria que habrían de proseguir ante diferentes públicos del país y del exterior; otros, alcanzaron sobre sus tablas la consagración definitiva.

Los problemas financieros de la sociedad propietaria derivaron en 1937 en la toma de posesión de la sala en manos del gobierno provincial, por lo que a partir de allí el Teatro Argentino se constituyó en una institución cultural de carácter oficial. Tras una profunda refacción del edificio, las autoridades creyeron necesaria una estructura que le permitiera montar íntegramente sus propios espectáculos, por lo que en 1938 se crearon la Orquesta y el Coro Estables, y ocho años más tarde, el Ballet. Estos Cuerpos tuvieron el apoyo de los distintos sectores técnicos con los que el Teatro emprendió destacadas temporadas, alternadas en época estival con el Anfiteatro Martín Fierro del Paseo del Bosque.

El 18 de octubre de 1977 el Teatro Argentino vivió la jornada más dramática de su historia. A las 14.30, mientras ensayaba el ballet, un voraz incendio se desató en el escenario que en pocas horas redujo a cenizas la sala de estilo renacentista. Sólo permanecieron en pie el foyer y las paredes perimetrales.

LA NUEVA ETAPA

Ante el desgraciado suceso, las autoridades gubernamentales de entonces decidieron la demolición y la construcción, en el mismo sitio, de un gran complejo artístico-cultural. Las obras del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino se iniciaron en 1980 y el plazo para su terminación se calculó inicialmente en cuatro años. Sin embargo, los trabajos sufrieron constantes retrasos y frecuentes períodos de paralización.

Sin su sede propia, el personal del Teatro debió repartirse por distintos sitios de la ciudad para seguir desempeñando sus tareas. En 1987, cuando las autoridades provinciales vieron la demora que padecía el levantamiento del nuevo complejo, decidieron alquilar mientras tanto la sala del ex cine Rocha.

Sala de cámara
"Astor Piazzolla"
Vista general del
nuevo edificio
Sala lírica
"Alberto Ginastera"

Reformado para cumplir su cometido, el ámbito de la calle 49 entre 7 y 8 cobijó, desde entonces, las óperas, los ballet y los conciertos programados. Se sumaron a este esfuerzo conjunto los más destacados artistas nacionales de las distintas disciplinas que acompañaron a los cuerpos estables. Allí se celebró en 1990 el Centenario del Teatro con la puesta en escena de “Otello”, la ópera de Verdi que cien años atrás había inaugurado la institución. Finalmente, el 12 de octubre de 1999 se inauguró la sala principal, a la que posteriormente se denominó Alberto Ginastera , del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino , con un programa que incluyó, en su primera parte, el ballet “Tango en Gris” con coreografía de Oscar Araiz y música de Atilio Stampone, y en el complemento, un concierto lírico en el que se interpretó fragmentos de óperas de los compositores Giuseppe Verdi, Charles Gounod, Umberto Giordano y Gaetano Donizetti. La sala posee la forma tradicional “a la italiana” en herradura, y entre plateas y los tres niveles de palcos y galerías está en condiciones de albergar a 2000 espectadores.

La maquinaria escénica de avanzada permite ofrecer obras de difícil montaje, con plataformas móviles y un sistema computarizado de iluminación de última generación. Presidiendo la sala se alza una imponente araña de bronce de tres toneladas y 400 lámparas de 25.000 wats. Unos meses después, el 22 de mayo de 2000, quedó inaugurada la Sala Astor Piazzolla , dedicada a las artes de cámara con capacidad para 300 espectadores. Asimismo, en el primer subsuelo fue habilitada la Sala de Exposiciones Emilio Pettoruti , espacio en el que se realizan grandes muestras dedicadas a las artes plásticas. Con la recuperación de su sede propia, el Teatro Argentino volvió a contar con condiciones óptimas para cumplir con su noble objetivo: acercar a sectores cada vez más amplios de la población las más jerarquizadas manifestaciones artísticas.

Fuente: teatroargentino
El denominado Teatro Argentino de La Plata se encuentra emplazado en la manzana delimitada por las calles 9 y 10 y las avenidas 51 y 53, de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, en Argentina.

Luego de que el edificio del teatro argentino se incendiaria en 1976, destruyéndolo por completo, años después se construyó en la década del 90, un nuevo Teatro Argentino y se inauguró el 12 de octubre de 1999.

Costo = u$s 110.000.000,00 aprox.
capacidad = 2.200 espectadores (Sala Lírica)
dimensiones = 60.000 metros cuadrados cubiertos

Fuente: trekearth.com/gallery

Agenda Teatro La Plata

Eterno e imborrable
Infantiles

Hoy te cuento un cuento.- El domingo a las 16 en el teatro La Nonna, 47 esquina 3, nuevo show pensado, escrito y dirigido por Leo Ringer para los más chiquitos. Con canciones, colorido vestuario y participativo. Maestras jardineras sin cargo.

Taller de construcción de muñecos.- El domingo de 15 a 17 en el Centro Cultural Islas Malvinas, 19 y 51, para niños a partir de los 5 años. Bono contribución.

El susto que me saqué volando.- El domingo a las 16.30 en La Teatrina de Vevú, 7 entre Cantilo y 13 Nº 364, de Verónica Spasoff y Alejandro Santucci. Teatro para los más chiquitos.

Circo Strada.- El domingo a las 16 en el Centro Cultural Islas Malvinas, 19 y 51, presentado por Pierrot Teatro y dirigido por Diego Biancotto.

Estación Recreo.- El domingo a las 16 en el Centro Cultural Estación Provincial Meridiano V, 71 y 17, espectáculo participativo, talleres para niños.

Séptido.- El domingo a las 17 en el Centro Cultural Estación Provincial Meridiano V, 71 y 17, presenta "Tren a cuerda". Acrobacia aérea.

Confusión en el bosque.- El domingo a las 16 en Espacio 44, 44 Nº 496, títeres para toda la familia a cargo de el Retablo.

Historias Ilumin-hadas.- El domingo a las 16 en Espacio 44, 44 Nº 496, cuentos de hadas para toda la familia narrados por Carolina Espinosa.

El Doctor Cerebro y La Secre.- El domingo a las 15.30 y a las 17 en Plaza Italia, 7 y 44, con Federico Marotta y Josefina Cañon Martínez. Se suspende por lluvia.

Manotas.- El domingo a las 15.30 en el Zoológico, espectáculo de payasos.

Código Pirata.- El domingo a las 16 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, con la dirección de René Mantiñán.

El rey Arturo y el Santo Grial.- El domingo a las 16 en el Viejo Almacén El Obrero, 13 y 71, con la dirección de Renée Mantiñán.

Un viaje de ilusión, historia de caballeros.- El domingo a las 16.30 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, de Mendoza Peña y Biancotto.

Adultos

Lombrices.- El domingo a las 20 en el Coliseo Podestá, 10 entre 46 y 47, se presenta la obra del grupo "Hechiceros de la noche" en el marco del ciclo de teatro independiente en el Coliseo. Dirige: Paola Ponferrada y Daniel Sosa.

Sacco y Vanzetti.- El domingo a las 20 en la sala Armando Discépolo, 12 entre 62 y 63, obra de Mauricio Kartun con la dirección de Viviana Ruiz.

Danza contemporánea.- El domingo a las 20.30 en el Centro Cultural El Núcleo, 6 entre 40 y 41, última función de la muestra de danzas contemporánea del taller coordinado por Diana Szeinblum.

Macbeth.- El domingo a las 21 en Espacio 44, 44 Nº 496, obra de William Shakespeare con la dirección de Omar Sanchez.

La memoria de los peces.- El domingo a las 20 en Estudio de las artes, 3 esquina. diagonal 74, de Horacio Rafart y Gustavo Delfino.

Eterno e imborrable.- El domingo a las 20 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, bajo la dramaturgia y dirección de Jazmín García Sathicq.

Vida sexual de Robinson Crusoe.- El domingo a las 20.30 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, de Dalmiro Sáenz y Carlos Marcucci.


Fuente: El Día

“Es una experiencia potente”


Imagen: Jorge Larrosa

TEATRO › MERCEDES MORAN Y ANDREA PIETRA HABLAN DE LA PUESTA DE AGOSTO (CONDADO OSAGE)

“Es una experiencia potente”

Las actrices definen así la sensación que provoca la obra de Tracy Letts. Y dicen que trabajar con Norma Aleandro “es un sueño”.

Por Carolina Prieto

Una nueva obra sobre una familia disfuncional desembarcó en la cartelera porteña. Pero no es una más, es la niña mimada de la crítica de Nueva York y Londres, ganadora de cinco premios Tony 2008 y del Pulitzer a la mejor obra dramática en el mismo año. Agosto (Condado Osage), del norteamericano Tracy Letts, recientemente estrenada en el Lola Membrives con un numeroso elenco encabezado por Norma Aleandro, Mercedes Morán, Andrea Pietra y Lucrecia Capello, bajo la dirección de Claudio Tolcachir, joven creador de puestas conmovedoras del off como La omisión de la familia Coleman y Tercer cuerpo. El encuentro con dos de sus protagonistas, Morán y Pietra, es más que bienvenido para adentrarse en este embrollo familiar de dos horas cuarenta de duración (con intervalo), que mantiene en vilo a públicos diversos. ¿La anécdota? El padre desaparece en forma misteriosa; la madre (una adicta a las pastillas a cargo de Aleandro) reúne en la casa paterna a sus tres hijas con sus respectivas familias durante un fin de semana en el que todos los trapitos salen al sol. Odios, rencores, secretos, afectos de todo tipo, verdades reprimidas, enfermedades y perversiones. Nadie se salva. Tres generaciones bajo una lupa impiadosa y una sola criatura que se distancia: Banca, la empleada nacida en la India. Todo comenzó el año pasado de manera casual, cuenta Morán, cuyo último trabajo en escena fue Pequeño crímenes conyugales, con Jorge Marrale y dirección de Rubén Szuchmacher, en el 2005. “Mi marido recibe el New Yorker y siempre me cuenta de las críticas que aparecen. Me habló de la reseña que habían publicado sobre esta obra y, al poco tiempo, vi la entrega de los Tony por televisión. Me sorprendió la cantidad de premios que se llevó y que las protagonistas eran mujeres sumamente atractivas y diversas.” Al día siguiente, en la grabación de Socias, le comentó a Pietra y poco después, el productor Daniel Grinbank, pareja de Andrea, puso el motor en marcha. Consiguieron el texto en inglés, lo hicieron traducir y no hubo vuelta atrás. “Es un material infrecuente. Ya en las primeras hojas te das cuenta de que estás frente a una historia fascinante. Simplemente te atrapa, no podés dejar de leer. Está construida desde el suspenso y, a la vez, es muy profunda”, agrega la intérprete, responsable también de la adaptación. Viajaron a Nueva York, vieron el espectáculo, y “fue constatar que esa conmoción que tuve con la lectura, también la tenían las cuatrocientas personas que estaban esa noche conmigo en Broadway”, describe. Recuerda que en el entreacto, los espectadores salían con “un estado de excitación emocional fuerte” y que ella misma dejó la sala “con la sensación de que haber tenido una experiencia emocional potente”.

Según Pietra, Letts maneja con mano maestra el suspenso, manteniendo siempre la intriga de lo que está por venir. “Constantemente el autor va dando novedades. No da toda la información de golpe. De a poco se arma un abanico de emociones y de acontecimientos, de los más variados. Amores, dolores, ternuras, zonas oscuras en cada uno de los personajes.”

–¿Cómo describen a sus personajes?

Mercedes Morán: –Bárbara es la hija mayor y llega a la casa paterna convocada por una madre terrible que lo resuelve todo desde el odio. A ella misma le pasa de todo. Está en la crisis de los 50, se sofoca, tiene una reciente separación a cuestas que decide no blanquear, una hija adolescente en plena explosión hormonal. Y esa madre loca. De las tres, es la que más se le parece y llega para hacerse cargo de la situación. No saben si el padre se fue por su voluntad o si le pasó algo.

Andrea Pietra: –Eli es la hermana del medio, la que se queda a vivir cerca de los padres. Se la ve muy vulnerable, ya no lucha por cambiar nada, pero esconde un secreto que cuando explota afecta a todos. Eugenia Guerty es Carolina la hermana menor, la que está más lejos emocional y físicamente.

–Mercedes, ¿cómo trabajó la adaptación?

M. M.: –Deslocalizando el texto, sacando las referencias a Estados Unidos para potenciar su universalidad. Creo que así la identificación gana. Pero hay cosas que permanecen. Agosto, por ejemplo, era el mes preferido del padre, que era poeta. Nos interesó mantener ciertos rasgos: sucede en una casa del interior, en un mes de calor. Creo que conmueve tanto porque te conecta con emociones primarias.

–¿Cuál es el tono dominante del espectáculo?

M. M.: –Es un planteo naturalista y realista pero, en cierto momento, se quiebra y va hacia otro lado. En ese punto tiene algo de realismo mágico. Logra una gran cercanía con el público, como si el espectador estuviera dentro de la casa espiando.

A. P.: –La escenografía misma es el interior de una casa con tres pisos. Y en ciertos pasajes, hay acciones simultáneas y el público elige qué ver. Pasan cosas todo el tiempo, es muy dinámica.

M. M.: –Es paradójico porque es un drama, pero la gente se ríe y se conmueve de principio a fin.

–¿Cómo las afecta el hecho de que afuera el espectáculo es un boom?

A. P.: –Ya de por sí, el texto es tan poderoso que si asumís la responsabilidad de hacerlo bien y lo encarás de la mejor manera, como creo que lo estamos haciendo, estás tranquilo. No me preocupa el exterior, sino cómo nos va a nosotros.

–¿Y trabajar con Norma Aleandro?

M. M.: –Para mí es un sueño. En dos oportunidades íbamos a actuar juntas, pero finalmente no se dieron. Tenía muchas ganas porque la admiro profundamente. Cuando leímos la obra, enseguida pensamos que Violeta, el personaje de la madre, era para ella. Le dimos el texto, cruzamos los dedos y le pasó lo mismo que a nosotros. Se enganchó de lleno. Lo que está haciendo arriba del escenario es tremendo. Nos potencia a todos, nos hace crecer. Al lado suyo hasta lo difícil se vuelve más fácil.

A. P.: –Norma es lo que Maradona es al fútbol. Se sube al escenario y tiene una presencia única. Está siempre conectada y viva, buscando más cosas, muy curiosa, como si recién arrancara.

Las intérpretes subrayan la “sabiduría” del director: la capacidad de estar atento a las propuestas creativas del actor, valorarlas y potenciarlas sin imponer criterios. “Lo hace casi en forma etérea, con un compromiso total. Y encima somos trece actores que venimos de horizontes distintos”, asegura Morán. Tolcachir recibió la invitación de Grinbank, quien había visto La omisión de la familia Coleman y Tercer cuerpo en la sala Timbre 4 que el director tiene en Boedo. “Me puse muy contento; era un desafío importante con semejante elenco, tantos actores y un texto potente”, recuerda. Aceptó y se zambulló en tres meses de ensayos intensos (seis días a la semana, seis horas), enfrentándose con “personajes muy humanos, con historias profundas, muy alejados de los gags”, y que exigían una composición compleja. En soledad, fueron horas y horas de lectura para descubrir los matices, los colores de cada uno, las transiciones emocionales. Y con todo ese bagaje ir “al encuentro del actor”.

–¿Y con qué se encontró?

Claudio Tolcachir: –Con coincidencias y con sorpresas. Norma no deja de sorprenderte nunca. Lo mismo Mercedes: su Bárbara se reconoce en ciertos aspectos parecida a su madre y está muy desbordada por más de que no lo demuestre tanto. Son personajes que rechazan composiciones planas. La madre no sólo genera odio, también ternura. Es muy potente, irónica, manipuladora y carga con su propio dolor. No puede dejar de consumir pastillas y su ánimo depende de ellas.

–Usted tiene experiencia en dramas familiares: protagonizó Un hombre que se ahoga, versión de Tres hermanas que dirigió Daniel Veronese; La omisión de la familia Coleman también lo es. ¿Qué tiene Agosto de singular?

C. T.: –Es muy explosivo. Todo está muy concentrado. Es una olla a presión en la que saltan todo los fusibles. Lo que nunca me preocupó es la duración, porque el texto es un imán. Es una obra de sucesos. Ya en los ensayos estábamos pendientes de lo que pasaba en escena. Nadie descansaba, todos miraban.

Mientras que Tercer cuerpo hace temporada en Santiago de Chile y La omisión... prepara las valijas para Alemania, Tolcachir completa un ciclo que arrancó hace ocho años, cuando audicionó para integrar el elenco de El juego del bebé. Fue seleccionado y trabajó con Aleandro, con quien lo une un gran afecto. Ella lo dirigió en De rigurosa etiqueta. Ahora, le llegó su turno.

Fuente: Página 12

sábado, 30 de mayo de 2009

The Casero Experimendo

Este sábado a las 22 en el Cine Teatro Victoria, Montevideo Nº 1055, Berisso, el artista Alfredo Casero se presenta con "The Casero Experimendo. Estese Confuso", un original espectáculo con su característico toque de irónico humor: "Con una visión totalmente cambiada, por el susto oficial Europeo, entre tantas otras cosas, cucos que jamás aparecieran, etc, y lleno de expectativa por el precio del salame milán, porque milán está en Europa, y están todos asustados, y puede haber estampidas... me permito mostrar que mi teoría del Experimendo se ha esparcido, como bolitas de ruleman que caen de un camión andando..."

Fuente: El Día

Agenda Teatro La Plata

Devorada por el espejo

Infantiles:
Catalunya Circo Variete.- Sábado a las 16 en el Centro Cultural Estación Provincial Meridiano V, 71 y 17, presenta "Ensalada de Payasos".

Manotas.-
Sábado a las 15.30 en el Zoológico, espectáculo de payasos.

Robin Hood, entre princesas y villanos.- Mañana a las 17 en el Viejo Almacén El Obrero, 13 y 71, a cargo del grupo teatral Artex100pre. Dirección general: Nicolás Alonso.

Birlibirloque, popurrí titiritero.-
Sábado a las 16.30 en El Teatrino, 11 entre 61 y 62, títeres para compartir en familia a cargo de Títeres del bien Te Veo (Córdoba).

La caja mágica.-
Sábado a las 16 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, espectáculo de magia para toda la familia.

Adultos:
La Medical Jazz Band.- Sábado a las 21 en el teatro La Nonna, 47 esquina 3, presenta "En Consultorio", su nuevo show de humor. A beneficio del Hogar de niños Mercedes Pacheco de la calle 26 entre 41 y 42.

El movimiento continúo.-
Sábado a las 22 en la Sala Roberto Cossa, 10 Nº 784 entre 47 y 48, obra de Armando Discépolo, Rafael de Rosa y Mario Folco. Dirección: César Palumbo.

El organito.-
Sábado a las 21 en la sala Asociación Amigos del Taller de Teatro de la UNLP, 10 entre 54 y 55, grotesco de los hnos. discépolo a cargo de Norberto Barruti.

Sacco y Vanzetti.-
Sábado a las 21 en la sala Armando Discépolo, 12 entre 62 y 63, obra de Mauricio Kartun con la dirección de Viviana Ruiz.

Las Abbas.-
Sábado a las 23.30 en Moore, 505 entre 14 y 15, show de transformismo y humor junto a Julio Piteck y Javier Cardini.

Sinfoniatra.-
Sábado a las 21.30 en la sala de la Sociedad Odontológica, 13 Nº 680, a cargo de Ridiculum Vitae. Dirige: Gustavo Vallejos.

Devorada por el espejo.-
Sábado a las 21 en el Centro Cultural Almacén Obrero, 71 esquina 13, sobre textos de Alejandra Pizarnik y con la dirección de Cintia Noto.

Trika Fopte.-
Sábado a las 22.30 en el Viejo Almacén El Obrero, 13 y 71, con la dirección de Carlos Ayala.

En tren de ver.-
Sábado a las 22 en El Teatrino, 11 entre 61 y 62, de Graciela Cabezas presentado por La Vereda. Títeres para adultos.

El enfermo imaginario.-
Sábado a las 21 en el Auditorium del Colegio de Abogados, 13 entre 48 y 49, obra de Moliere a cargo del grupo de teatro de la institución. Dirige, Roberto Conte. Gratis.

Eva y los Pájaros.-
Sábado a las 21 en el Teatro Estudio, 3 Nº 386 entre 39 y 40, con la dirección de Siro Colli.

Tiremos al Capitán.-
Sábado a las 24 en el Centro Cultural Estación Provincial Meridiano V, 71 y 17.

Chotagasta.-
Sábado a las 21 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7, a cargo del grupo La Cuarta Pared, dirigido por Delfino y Rafart.

Sabor a cuento.-
Sábado a las 22 en el Centro Cultural Islas Malvinas, 19 y 51, espectáculo de narración oral para adultos a cargo de Vivi García y Claudio Ledesma.

Fuente: El Día

Ajuste de cinturones en Cultura

El menor presupuesto afecta a las actividades de la secretaría que sufren las consecuencias.

Por: Patricia Kolesnicov

Se aprietan cinturones en Cultura de la Nación. No sólo porque su titular, José Nun, lleva años reclamando aumento de presupuesto. No sólo porque este año le redujeron un 20 por ciento lo que se suponía que tendría. Además de todo eso, la plata -que nunca llega toda junta sino que se va recibiendo durante el año- está llegando "en cuentagotas", según se sabe en todos los pasillos de la secretaría de Cultura.

Cultura tenía previstos para este año 303 millones de pesos. Pero de ese monto, la secretaría maneja sólo 185; el resto lo administran organismos autárquicos, como el Teatro Cervantes o el Instituto Nacional del Teatro. De los 185 millones de la secretaría, además, 24 son de la CONABIP, 2 del Instituto Juan D. Perón y 11 del Museo Nacional de Bellas Artes. Quedan 148 millones para la gestión central, de los que se calcula que casi dos tercios se usan para sueldos. La reducción del 20 por ciento se aplicó sobre el resto, con el que además se pagan gastos: alquileres, seguridad, teléfono. Y las actividades de Cultura, claro.

¿Qué efectos tiene eso? Por un lado, los pagos también se hacen en cuentagotas: recién ahora pequeños proveedores están cobrando trabajos hechos el año pasado. Por otro, las actividades de la secretaría sufren las consecuencias. Cultura ya renunció a hacer un programa de TV sobre "identidades productivas" que tenía planeado llevar adelante en conjunto con otras áreas. ¿Por cuánto se cayó ese proyecto? Por 80.000 pesos. El programa "Argentina Punta a Punta", que lleva actividades a todo el país, ahora se ocupará sólo del conurbano bonaerense. Oficialmente, dirán que es un área prioritaria. Pero la decisión ¿no tiene nada que ver con la reducción presupuestaria? También se planeaba restaurar una serie de cuadros del Museo Histórico Nacional, por valor de 90.000 dólares. En Alvear (la sede de la secretaría) se preparan para "salir a gestionar" para conseguir los fondos.

Fuente: Revista Ñ

Los títeres cuentan la historia de Pinocho

El encuentro con el "padre". En una participación especial, Jorge Rivera López presenta un Gepetto cálido y amable; la puesta tiene una amplia interacción entre títeres y actores

En la versión de Luis Rivera López, los personajes narran el descubrimiento que hace el muñeco de madera del mundo adulto

Por Ruth Mehl

Pinocho. Versión en títeres por Luis Rivera López de la obra de Carlos Collodi. Actores titiriteros: Diego Ferrari, Diego Suárez y Mónica Felippa. Actor invitado: Jorge Rivera López. Diseño plástico: Alejandro Mateo. Música: Daniel García. Vestuario: Mónica Navarro. Títeres y escenografía: Marcelo Fernández, Julieta Rivera López, Juan Castillo y Andrés Manzoco. Dirección general: Luis Rivera López y Sergio Rower. Sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, Corrientes 1660. Sábados y domingos, a las 15. ( En vacaciones, a las 15 y 17). Desde 30 pesos.
Nuestra opinión: buena

Condensar la novela de Carlos Collodi a un espectáculo de una hora, es, sin duda una tarea muy difícil, especialmente por la cantidad de historias y personajes que animan los numerosos episodios de las aventuras del famoso muñeco.

Luis Rivera López busca la síntesis simplificando en extremo la línea argumental (lo que podría llamarse la historia personal de Pinocho ) e intercalando algunos episodios menos conocidos que presentan un mundo de delirios y sátiras con las que se denuncian aspectos oscuros e injustos de la sociedad.

Por otra parte, elige las canciones para que sus textos hagan los comentarios y reflexiones sobre los temas morales que se plantean, ya sea denunciando la corrupción, o destacando el valor del arte, y del teatro en especial.

El nacimiento

La obra, en definitiva, trata del paso acelerado de un muñeco tallado en madera mágica hacia la comprensión del mundo humano adulto, con sus riesgos, y a su vez, el afecto que crece entre él y su "papá" artesano. También está planteada una transformación de Gepetto, que de carpintero pasa a ser titiritero y a recorrer el mundo.

La estética es la que le conocemos a Libertablas: una amplia utilización de técnicas titiriteras, grandes muñecos, y un trabajo de interactuación entre títeres y actores, con minuciosa manipulación. Jorge Rivera López presenta un Gepetto, cálido, amable, y Diego Ferrari aporta una vigorosa caracterización del titiritero ambicioso y manipulador que ambiciona apoderarse de Pinocho.

El Hada Azul, a cargo de Mónica Felippa, hace de presentadora y narradora y, a veces, maneja títeres o interviene en la acción. Por momentos, se ve algo fuera de contexto, en parte por el vestuario y la escenografía que la acompañan y que no coinciden con la línea sugerida por el resto de los elementos visuales de la obra.

Un momento muy logrado, donde se hace presente la poesía, tiene lugar cuando el muñeco despierta, o sea que el tronco cobra vida: el trabajo con la calle de luz negra logra la ilusión y eso se percibe en la platea como un acontecimiento mágico. También conmueve la transformación final de Pinocho, en la que el titiritero Diego Suárez entrega el muñeco para vestirse de el personaje. En ambos casos la acción es muy significativa, y no necesita de muchas explicaciones.

Fuente: La Nación

Una travesía por las aguas del 2x4

CUADRO COMPARTIDO UNO DE LOS MOMENTOS MAS POBLADOS DEL ESCENARIO ES CUANDO
LAVIE CANTA UN TANGO Y GUERRA Y GODOY LO BAILAN.

Con Patricia Sosa, Raúl Lavié, Maximiliano Guerra y Mora Godoy, el show aborda el tango con un claro tono "for export".

Por: Marina Zucchi

De a ratos parecido a una clase de historia de tango para turistas -con algún que otro guiño doméstico que podría dejar afuera a un no rioplatense-, Puerto Buenos Aires, el nuevo musical de Madero Tango, entrecruza la línea de la nostalgia con la renovación del género. Lo hace a través de las voces de Raúl Lavié y Patricia Sosa y la danza de Maximiliano Guerra y Mora Godoy.

Con coreografía y dirección de Gustavo Zajac (Víctor Victoria, El hombre de la mancha) el es pectáculo alterna entre lo clásico y lo vanguardista, con el puerto, la inmigración y la fusión de culturas como eje. La narración arranca con un puerto viejo como escenario, desde donde "zarpan" temas como El choclo, Mi Buenos Aires querido o Tinta roja, y termina anclando en un puerto moderno donde se muestran fusiones tecnológicas que llevan al tango hasta el plano electrónico.

Mientras se cena con el río de fondo, el espectáculo transita por escalas bien variadas durante dos horas: desde un Carlos Gardel en pantalla al que Raúl Lavié se le atreve en un dúo, hasta un juego de humor ideado por Lavié en el que junto a Sosa se retan en una teatralización de pareja cual Pimpinela del tango. Ahí es donde Sosa, ajena al tango pero firme en ese terreno, se toma la licencia de adornar pasajes con sus temas más escuchados (Aprender a volar o Endúlzame los oídos) y el público local festeja el guiño.

Maximiliano Guerra abre y cierra el show con sus solos de tango y juega a ser el "narrador omnipresente que une a los personajes en escena", según explica Zajac. En tanto, Godoy aporta su sensualidad, plasticidad y acrobacia a ciertos pasajes, acercándose de a ratos a la imagen de una vedette sin plumas.

En un principio, Puerto Buenos Aires abría con un video futbolero que recorría la historia a través de archiconocidas imágenes como la del "Barrilete cósmico" de Diego Maradona, en voz de Víctor Hugo Morales, o las demás proezas criollas, Mundial por Mundial. Las imágenes se reemplazaron finalmente por la de personajes autóctonos diversos como Astor Piazzolla, Roberto Goyeneche, Tita Merello, Nélida Roca y hasta Mirtha Legrand. Una tipología de la argentinidad.

En ese intento por abordar el tango desde distintos costados, el vestuario no pasa desapercibido: los artistas lucen más de 100 trajes y 60 pares de zapatos. Con diez bailarines en escena y la orquesta dirigida por el maestro Humberto Ridolfi, el espectáculo, sin embargo, no se limita al tango, sino que incorpora instantes de otros géneros como el malambo, el flamenco, el folclore y hasta el jazz, para dar cuenta del encuentro de culturas en ese puerto donde se pasa del tango bailado por hombres en los orígenes hasta un cierre emotivo con un Piazzolla de fondo (Adiós Nonino) en los pies de la dupla Godoy-Guerra.

Sucesor de Bien argentino, el anterior espectáculo de Lavié en el mismo local, Puerto... deja la sensación de inclinarse más al for export, por precios y por espíritu didáctico. Podría no terminar gustándole a un tanguero claramente purista, pero tanto despliegue visual conforma al más desprejuiciado.

Fuente: Clarín

Buscar la luz de la memoria


“Mi anhelo es hacer ingresar al público a ese instante que antecede al resplandor de la conciencia.”Imagen: Guadalupe Lombardo

TEATRO › ANAHI MARTELLA Y SU DEBUT EN LA DIRECCION CON RESPLANDOR

Buscar la luz de la memoria

La actriz asume un nuevo rol en la puesta de una pieza de Héctor Levy-Daniel que cruza a dos mujeres en espacios temporales diferentes, pero unidas por un hecho común: la atrocidad de la apropiación ilegal de recién nacidos.

Por Cecilia Hopkins

En la tercera temporada del ciclo “Operas Primas” que organiza el Centro Cultural Ricardo Rojas –el cual marcó el debut de Pablo Rotemberg, Daniel Link y Heidi Steinhardt, entre otros–, acaba de subir a escena Resplandor, la primera dirección teatral de la actriz Anahí Martella, sobre la pieza de Héctor Levy-Daniel, ganadora del primer premio del concurso “Historias subterráneas. Historias bajo las baldosas”, organizado por el Gobierno de la Ciudad. La obra transcurre en la época en la que el antiguo Hospital Moyano –el Hospital General de Alienadas de Buenos Aires– era dirigido por monjas, cuando los túneles que existían por debajo del edificio eran utilizados por las internas para evadirse o para dar a luz, cuando eran objeto de abuso sexual. La acción tiene lugar en el túnel que tenía salida a la estación de Constitución. Allí se encuentran los personajes de Dina y la Caba, dos mujeres que, si bien hablan de un mismo hecho producido en dos momentos históricos diferentes, ambas se refieren a la apropiación ilegal de recién nacidos. Las intérpretes son Silvia Villasur y Maida Andrenacci, la música pertenece a Federico Mizrahi y la escenografía y el vestuario a Alejandro Mateo.

“A partir del encuentro entre dos mujeres que pertenecen a distintas dimensiones temporales, la puesta se propone sacar a la luz el vínculo secreto que las une”, expresa Martella en el programa de mano. “Y dado que la memoria y el olvido atraviesan estas dos temporalidades, el relato deja de ser una mera descripción de sucesos para transformarse en la integración de memorias fragmentadas”, concluye. “Cuando Cecilia Vázquez, directora del Rojas, y Matías Umpierrez, coordinador del ciclo ‘Operas Primas’, me hicieron la propuesta, debo admitir que dudé en aceptar”, confía en una entrevista con Página/12, “pero luego me animé al darme cuenta de que tenía por delante la oportunidad de integrar un aspecto nuevo y crecer, experimentar desde la mirada del director”.

–¿Qué otras razones la decidieron?

–Estoy por cumplir treinta años en la profesión, y estos últimos años fueron de cierre de muchos ciclos en lo personal y profesional. Un final trae consigo nuevos principios y esto es lo que percibí que me llegaba. Cuando me subí por primera vez a un escenario a actuar supe que no me bajaría más, con esto creo que me va a pasar lo mismo...

–¿Cuáles fueron los aspectos que más le interesaron de esta obra?

–A Héctor y a mí nos une una gran amistad que resultó de dos trabajos que hicimos juntos y en los que me dirigió, uno de ellos Piedras preciosas, de S. G. Posse, en el Ciclo Nueve, y Destiempos, de su autoría, en el Ciclo Exilios. Si bien ambos venimos de lugares muy distintos –él es filósofo y tiene una profunda formación académica–, en estos trabajos pudimos compartir el amor por la palabra, uno de los pilares de Resplandor. Por otra parte, me atrae mucho su manera de contar historias, en las que siempre hay suspenso, enigmas por revelar que generan una expectación que siempre es ampliamente satisfecha en la resolución de sus piezas. Finalmente, el tema de Resplandor y todos los temas que de la obra se desprenden tienen que ver con preguntas personales. Apenas la leí supe que era la obra que tenía que elegir.

–¿Podría referirse acerca de lo que sugiere su título?

–Mi formación como actriz se completa con una muy extensa y casi militante formación metafísica. Es por esto que intento encontrar este tipo de referencias en los trabajos que compongo como actriz y en este caso en mi elección de una obra para dirigir. En todas las disciplinas de este orden, sobre todo las orientales, la palabra resplandor está asociada a Sol y a Conciencia, una instancia en la que ya el individuo no puede ser el mismo. Y en el título de esta obra vi implícito este camino que luego la obra, atravesada por la memoria y el olvido, hace que sus personajes ya no tengan vuelta atrás. Es por esto que en el programa recalco que mi anhelo es hacer ingresar al público a ese instante que antecede al resplandor de la conciencia, esa certeza de estar próximos a una revelación.

–¿Busca lograr la participación emotiva del espectador?

–Busco lograr una participación emotiva, no provocarla. Parece una contradicción, pero no lo es. Brecht nos ofreció una nueva tradición teatral, nacida de un contexto social que le hizo reflexionar sobre ciertos puntos, y de allí su necesidad de crearla. El intentaba que el espectador comprendiera su medio social, permitiéndole dominarlo e intervenir. Es necesario para esto modificar el punto de encaje del relato, del trabajo del actor, de todo lo establecido. La técnica del distanciamiento, que es su gran aporte al teatro y a la sociedad, se da dentro de un marco que no considero sea el mismo que el de hoy. Asimismo, creo que su maravilloso procedimiento no es el único.

–¿Por qué lo dice?

–En el caso de Resplandor no creo que sea posible encarar el trabajo bajo los lineamientos del efecto de distanciamiento, mucho menos en sus personajes. Y no creo que esto debilite el trabajo. Más bien es un modo de contar. Brecht intentaba provocar una posición crítica en el espectador respecto de la sociedad. Lo sensible es aquello que puede ser percibido con los sentidos. En las antiguas técnicas de conocimiento se intentaba anular la impresión de los sentidos por ser considerados una posibilidad de distorsión o ilusión. En las disciplinas más actuales se intenta sumar al sentido físico su contraparte espiritual. En esto consiste mi intención.

–¿Cree que la dramaturgia que se escribe en estos últimos años expone una tendencia hacia lo formal y lo episódico?

–Sí, creo que esa tendencia es la reinante. Creo además que esto es producto de una búsqueda que se inició hace ya varios años, que generó una interesante ruptura dentro de lo que se venía ofreciendo, pero que al replicarse indefinidamente intentando conseguir el éxito y los resultados que entonces lograran algunos dramaturgos, se agotó. O son formas que luego son asimiladas incluso por un teatro más comercial, y entonces, inevitablemente, surge una nueva búsqueda. En este sentido, creo que comienza a percibirse una vuelta a textos que vuelven a contar historias.

Fuente: Página 12

La dialéctica filosófica de Weiss, impecable

El montaje de Villanueva Cosse es magistral

Por Ernesto Schoo

Para LA NACION

Marat/Sade. De Peter Weiss, versión al español de Villanueva Cosse y Nicolás Costa. Intérpretes: Iván Moschner, Luis Longhi, Agustín Ritano (o Pablo Navarro), Verónica Cosse, Malena Solda, Edward Nutkiewicz, Santiago Ríos, Lorenzo Quinteros, Luis Herrera, Julián Pucheta, Sol Fernández López, Gabriela González López, Iride Mockert, Carla Pantanali Sandrini, Pablo Rinaldi, Javier Medina Pérez, Daniela Katz, David Di Napoli, Montenegro, Gastón Courtade, Marcelo Florentino, Irene Goldszer, Gabriel Maresca, Paula Ransenberg, Lucía Rosso, Pablo Vascello, Félix Tornquist. Escenografía: Tito Egurza. Luces: Tito Egurza y Miguel Morales. Vestuario: Daniela Taiana. Entrenamiento corporal y escénico: Diego Starosta. Música y entrenamiento vocal: Carmen Baliero. Dirección: Villanueva Cosse. Duración: 125 minutos. Sala Coronado del Teatro San Martín.
Nuestra opinión: excelente

Monumental, compleja y fascinante, Marat/Sade sigue siendo un desafío para quienes la aborden, porque mantiene intactas las virtudes que hicieron de ella uno de los textos fundamentales de la dramaturgia del siglo XX. A cuarenta y cinco años de su estreno (1964, Schiller Theater de Berlín, dirigida por Konrad Swinarski), parece escrita hoy. Fue el director inglés Peter Brook, quien en la memorable producción del Aldwych londinense, en ese mismo año, dio a la obra maestra de Peter Weiss (1916-1982) el sello que la hizo triunfar en Broadway en 1965 y desde allí en los más prestigiosos escenarios de Occidente (Ingmar Bergman la dirigió en Estocolmo, Roger Planchon en París y en Lyon). Brook mismo perfeccionó la consagración al filmar su puesta, entre 1966 y 1967: la película se exhibe hasta hoy en las escuelas de teatro del mundo entero y fue el pasaporte a la fama de una actriz excepcional: Glenda Jackson.

Para ilustración de los espectadores más jóvenes, conviene recordar que Weiss (nacido en un suburbio de Berlín, se nacionalizó sueco

en 1946, porque la familia, huyendo de Hitler, terminó por residir en Suecia) partió de personajes y hechos reales. Internado en el hospicio de Charenton, a raíz de su conducta desordenada, su actividad de pornógrafo y la presunción de un crimen sexual, o varios, el marqués Donatien-Alphonse de Sade (1749-1814), aligeraba el tedio de una prisión bastante leve con representaciones teatrales sobre textos que él escribía y dirigía, interpretadas por los huéspedes del manicomio: un antecedente del psicodrama actual. Una de esas obras habría procurado recrear, en 1808, el asesinato de Jean-Paul Marat (1743-1793), uno de los más sanguinarios próceres de la Revolución Francesa, a manos de la joven Charlotte Corday. En realidad, sería un pretexto para que Sade ?del que Weiss vendría a ser el médium convocante? entablara un diálogo filosófico (género literario tan apreciado en el siglo XVIII) con el espectro de Marat, acerca de temas tan arduos y trascendentales como el conflicto entre la libertad individual y el orden social, civilización y barbarie, libre empresa o socialización de los medios de producción, democracia o dictadura del proletariado, perduración del esquema amo-esclavo, mentiras y sofismas de los políticos.

Siempre vigente

En fin, todos los problemas que siguen hostigando a la humanidad. Sólo que en 1808 hacía ya cuatro años que Napoleón Bonaparte (el militar providencial en cuyos brazos se había refugiado la Revolución Francesa, harta de contradecir sus propios lemas de libertad, igualdad y fraternidad) se había proclamado emperador, y era necesario sostener a toda costa que su gobierno era una antesala del paraíso y que Francia ?y el mundo? no repetiría errores y horrores del pasado. La propaganda está, en este caso, a cargo de Coulmier, el director del hospicio, empeñado en sostener, frente al escéptico y burlón Sade, las bondades del nuevo régimen. Lo interesante para el espectador es que Sade y Marat parten de una creencia común en las bondades del estado de naturaleza, según Rousseau, pero difieren a poco andar: para el marqués, la única solución para los males de la humanidad sería su total destrucción, al liberar por completo el instinto de muerte (ver Freud); para el tribuno, se trataría de eliminar a unos cuantos miles más de disidentes, después de lo cual reinarían para siempre la paz y la solidaridad.

El genio de Weiss ?que no volvió a repetir la hazaña? consiste en haber mezclado esta discusión fundamental y ambigua (por más que él declarase que Marat/Sade debe ser leída como una pieza marxista) con una acción vivaz, sin pausa, que envuelve a los protagonistas en una verdadera representación circense en la que se reflejan todas las vanguardias teatrales del siglo: la evidente huella de Brecht, la crueldad de Artaud, el absurdo, el esperpento de Valle-Inclán. El humor es más que negro, tenebroso (hasta la guillotina es representada a modo de pantomima burlesca); hay canciones (muy buenos los tres cantantes, que en el original son cuatro), danzas, grupos en incesante movimiento. Un caleidoscopio vertiginoso, manejado con mano maestra por Villanueva Cosse, en la magnífica, monumental escenografía de Tito Egurza, responsable también, junto con el siempre eficaz Miguel Morales, de la iluminación. Hay homogénea calidad en el numerosísimo elenco, pero sería injusto no destacar la revelación de un Marat convincente, Agustín Rittano (actuó en el estreno, alternará con Pablo Navarro); las excelentes actuaciones de Iván Moschner (Coulmier) y Santiago Ríos (el exaltado sacerdote Roux); la idoneidad de Edward Nutkiewicz en un Duperret algo aligerado de los excesos lúbricos con que Brook marcó al personaje en su puesta célebre; la elegante displicencia de Lorenzo Quinteros en un Sade que tan sólo declina su dandismo cuando se hace azotar por Charlotte, y el merecido aplauso a telón abierto que en la noche del estreno se llevó David Di Nápoli, en un parlamento desgarrador.

Oigamos, en fin, al maestro Brook: "La idea de la obra es la obra misma. [?] Weiss está buscando el significado, en vez de proponernos uno, y pone la responsabilidad de hallar las respuestas en donde deben estar: no en el dramaturgo, sino en nosotros".

Fuente: La Nación

ENCUENTRO DE TEATRO OLAVARRIA 2009

ORGANIZACIÓN. El Encuentro está organizado por el Gobierno Municipal de Olavarría a través de la Subsecretaría de Cultura, Educación y Turismo y la Escuela Municipal de Teatro. Con el auspicio del Instituto Cultural, dirección de la Comedia de la pcia. de Bs. As.

FECHA Y LUGAR DEL ENCUENTRO. El 6º Encuentro de Teatro, Olavarría 2009 se realizará los días 8, 9, 10 y 11 de Octubre en la sala del Teatro Municipal y la sala Municipal “La Casona”.

BASES Y CONDICIONES DE PARTICIPACION

-El Encuentro tiene carácter no competitivo; entregando únicamente el Premio del Público a la mejor obra y el o los reconocimiento/s a la Trayectoria que instituya la Comisión Organizadora.

-La convocatoria está abierta a elencos o grupos de teatro independiente, municipales, subvencionados, locales, de la provincia de Buenos Aires y de las demás provincias de la republica Argentina, prioritariamente; reservando los derechos para invitar o convocar a elencos internacionales, si así lo dispusiera la organización.

-Podrán participar con obras de autores nacionales, internacionales, adaptaciones o creaciones colectivas.

-Serán seleccionados obras para público infantil y adulto.

-Podrán participar aquellas obras que no hayan realizado función en el Teatro Municipal de Olavarría durante los últimos doce meses precedentes al Encuentro.

-La duración de la obra no deberá ser inferior a los 30 minutos ni superar en exceso los 60 minutos. El tiempo de armado de los elementos escenográficos no podrá superar los 30 minutos. El tiempo de desarmado no deberá exceder los 15 minutos.

-El traslado de elementos o materiales escenográficos estará a cargo del grupo o elenco.

-La organización cubrirá gastos de traslado hasta Olavarría, alojamiento y comida de actores acompañados por un director o un técnico, sin excepción. Como así también el pago de un cachet por función.

INSCRIPCION. La recepción del material para participar del 6to Encuentro cierra el día 30 de Junio de 2009, debiendo presentar la siguiente documentación. El material recibido después del 30 de Junio se considerará válido para la selección, cuando la fecha de envío no exceda la estipulada para la recepción.

MÁS INFORMACIÓN: En Internet: www.encuentrodeteatro.blogspot.com Dirección electrónica: eto_teatro@yahoo.com.ar Escuela Municipal de teatro- Cnel. Suárez 2237 - Olavarría TEL: 02284- 442662. De lunes a Viernes de 18.30 a 22 hs.

Groucho

Foto: Nuevo Archivo
Estreno de la obra escrita y dirigida por Edgardo Moreira que busca revivir el espíritu de Groucho Marx a través de una sucesión de recuerdos de su vida artística y privada como el entrelazado de rutinas de sus comienzos en el vodevil con escenas famosas de sus películas (hechas en vivo) con canciones de sus programas de radio o de TV. Sábado a las 22, Teatro IFT, Boulogne Sur Mer 549 , $25.

Fuente: El Argentino

Un mundo de hombres que pierde el rumbo

Las buenas interpretaciones no alcanzan en Ego

Ego (cuatro actores juegan o swimming-pool).
Nuestra opinión: regular

Dramaturgia y dirección: María Candelaria Sabagh. Supervisión artística: Daniel Veronese. Intérpretes: Armando Lazarte, Santiago Ferrería, Hernán Oviedo, Francisco Vocos, Luciana Di Tella. Entrenamiento corporal: Natividad Insúa. Diseño de escenografía: Andrés Rogers. Diseño de iluminación: Matías Sendón. Asistente de dirección: Martín Brunetti. En el Teatro del Pueblo (Av. Roque Sáenz Peña 943). Sábados, a las 23. Duración: 75 minutos.

Cuatro jóvenes en torno de una mesa de pool. Un texto en la mano de uno de ellos da el puntapié inicial y, la pieza contenida en dicho texto, empieza a tomar forma. Cada uno de los muchachos propone un tránsito por una experiencia diferente. Es que, en verdad, parecen muy opuestos: sólo el juego de pool los une y algunos datos inherentes a la generación a la que pertenecen parecen contenerlos.

Sus diálogos son intensos y se van haciendo más felices a medida que la situación primera avanza. En la segunda la reiteración se impone. No hay muchos cambios que impulsen un progreso significativo en la trama, simplemente asoman pequeñas pistas de unas historias que comienzan a fortalecer los lazos entre ellos y algunas intrigas hacen más atractivas sus conductas.

En la tercera escena, los diálogos y acciones se reiteran una vez más y ya aparece un claro entramado de esa dramaturgia que no ha sido escrita, parece, para ser representada. Sino al contrario, las relaciones entre los personajes, sus encuentros y desencuentros y hasta el énfasis puesto en el mínimo y concentrado acto de golpear la bola sobre la mesa, habrá constituido un acto dramático en sí mismo, vital y potente, que hasta podría estar ausente en una escritura.

El drama se desvanece

Pero un quinto personaje llega, una mujer que cubre, a la vez varios roles: el de la autora ingresando a la trama y el de dos jóvenes que han sido citadas por los hombres en sus discursos. A partir de ahí un fuerte quiebre se produce en el espectáculo. El mundo masculino, que parecía a punto de estallar, no termina de definirse. Y una nueva historia va asomando, pero no llega a tener la fuerza suficiente para precipitar el conflicto. Tres finales completan la experiencia. El de la obra propiamente dicha, luego el cuarteto de hombres dispara algunas pequeñas reflexiones sobre lo creado y, la tercera, un puro juego que busca cierto contacto con la ensoñación.

En las tres primeras escenas el trabajo tiene brillo y los cuatro intérpretes, que van entrando de a poco en el juego, encontrando su lugar y hasta su propia intensidad, dan forma y hasta con cierta sutilezas a un humor muy estilizado, provocador y también reflexivo, a veces. Luego el espectáculo pierde su rumbo y el drama se desvanece y, el juego por el juego, hace que unos buenos logros interpretativos pierdan continuidad y sentido.

Carlos Pacheco

Fuente: La Nación

Cuentos de colores para los más chicos


Ganapol se desempeña segura, con comodidad; con su voz y la fantasía de las palabras es capaz de crear imágenes en la mente de los asistentes

Narraciones de Marcela Ganapol a partir de textos de Liliana Bodoc, Zirlado y otros de la tradición oral

Por Ruth Mehl

Pintá tu aldea . Narraciones para niños pequeños sobre los colores. Textos y dichos de Liliana Bodoc, Ziraldo, y de la tradición oral. Con: Marcela Ganapol. Escenografía y selección musical: Tony Valdez. Creación y realización de objetos: Julieta Estévez. Operador técnico: Jorge Aráuz. Dirección general: Juan Parodi. En Gargantúa, Jorge Newbery 3563; 4555- 5596, los sábados, a las 16. Entradas: 15 pesos.
Nuestra opinión: buena

El teatro Gargantúa está en Jorge Newbery a media cuadra de la Avenida Córdoba. Tiene un vestíbulo acogedor, abrigado cuando hace frío, con mesitas, donde se puede tomar una merienda mientras se espera para ver la función. Los afiches en la puerta de la sala -grandes fotos de personajes del grotesco- llaman la atención de los chicos que observan todo mientras toman una chocolatada o una gaseosa.

Cuando se ingresa a la sala, se impone la visión del escenario, poblado de grandes cajas de embalaje, donde pueden verse varias pantallas, apagadas por el momento?

El comienzo de la función lo da la entrada de un pájaro colorido, un guacamayo, que cruza la sala colgado de una soga.

Una buena narradora

Marcela Ganapol lo recibe en el escenario e inicia, casi inmediatamente, su monólogo, con voz serena y una sonrisa. Su voz es cálida, y mantiene interesados a los niños, a quienes les cuenta que, en un principio, el mundo era blanco y negro. Después se refiere a la intervención de unos dioses que como están aburridos se ponen a inventar los colores. Mientras narra estas cosas, la actriz propone algunos juegos de participación del público, que desconcierta un poco a los chicos, capturados genuinamente por la narración.

A medida que los colores son nombrados, se enciende en el escenario una pantalla en una de las cajas, con luz de ese preciso color. Hay un relato especial para el rojo (con el texto de Liliana Bodoc). Finalmente estarán todas las pantallas encendidas y los colores nombrados.

Un cuento de Ziraldo propone otros colores, menos precisos, más sugestivos, más sutiles, asociados a momentos del día y de la noche, a la Luna, a los sentimientos.

Se siente, sin embargo, la falta de algún otro material que complete el tema de los colores. (El guacamayo, podría tener alguna intervención, ya que hay lindas leyendas sobre el origen de su colorido plumaje).

De todos modos, Marcela Ganapol se desempeña segura, con comodidad. Sin necesitar mucho esfuerzo, con su voz y la fantasía de las palabras es capaz de crear imágenes en la mente y, en ese sentido, la propuesta de narración se logra plenamente.

Pero, al elegir una puesta teatral para sus relatos, se hace necesario que se presenten en el escenario mayores recursos visuales que impacten y aporten a la fantasía de cada uno, el colorido del arco iris.

Fuente: La Nación

Teatro Comercial en Buenos Aires y Mar del Plata de la mano de Carlos Rottemberg


MULTITEATRO® es Marca Registrada de la mayor empresa argentina de salas teatrales del país.
Funciona ininterrumpidamente desde su fundación el 1 de julio de 1975, teniendo hoy su sede de dirección y programación en el complejo que le da nombre a la misma, situado en la Av. Corrientes 1283 de Buenos Aires, Capital de la República Argentina.

La más amplia y selecta programación de espectáculos se fusionan desde hace 33 años en la gestión de nuestras salas, observando permanentemente los comportamientos y necesidades del público al cual nos dirigimos.

La gran experiencia en el sector, unido a la conservación de edificios históricos como el Teatro Liceo, el teatro privado más antiguo de América Latina, en contrapunto con la inauguración desde sus raíces del moderno primer complejo de cuatro teatros en un mismo edificio o, más recientemente, la sala de mayor capacidad de la ciudad de Mar del Plata, hacen de este conjunto de teatros una referencia insoslayable a la hora de abordar el tema.

13 salas en funcionamiento con capacidades entre 100 a 1.100 butacas, distribuidas 7 de ellas en el centro teatral de Capital Federal y 6 en la mejor ubicación de la ciudad de Mar del Plata, Capital del espectáculo por excelencia en cada temporada estival.

• Multiteatro, 4 modernas salas, totalizando 1.237 butacas (131, 320, 369, 417), con los últimos adelantos arquitectónicos en la materia.

• Tabaris, 2 salas de 160 y 551 butacas a pasos del obelisco, exponente de firmes raíces del revisteril espectáculo porteño.

• Liceo, el teatro más antiguo de Buenos Aires con sus 575 plateas, reflejo de toda la cultura del país y visitas del exterior.

• Complejo América/Atlas de Mar del Plata , 2 salas de 724 plateas cada una situadas en la esquina símbolo del teatro de la ciudad: Av. Luro y Corrientes.

• Corrientes, en Mar del Plata 3 salas repartidas para 900 localidades, ubicadas estratégicamente entre las 2 únicas peatonales.

• Mar del Plata, la sala de más capacidad y la de más reciente construcción es quien lleva la responsabilidad de contar en su título el mismo nombre que su ciudad de origen.

• Teatros Lido y Neptuno de Mar del Plata, las dos salas más tradicionales de Mar del Plata, fieles exponentes de la del teatro en la ciudad. Capacidad: Lido: 680 localidades y Neptuno: 1070 localidades

Fuente: multiteatro