domingo, 18 de octubre de 2009

“Constitución habla de las pérdidas, del desamor y de City Bell, el lugar donde nací”

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La cantante platense, Alejandra Cañoni, presenta su primer disco autorreferencial. La compositora platense que esta noche llega al escenario de Notorious (51 entre 4 y 5, 1er. piso del Pasaje Rodrigo) para presentar a las 21 su primer disco solista.

“Es un disco autorreferencial, no autobiográfico, hay un poco de todo. Habla de las cosas que te suceden con el paso del tiempo. Las pérdidas, los desencuentros afectivos, del desamor. Hay un tema que habla de mi lugar donde nací, City Bell, que lo defino como la zanja del mar. De la partida hacia Buenos Aires, por eso el tren y por eso se llama así. Constitución”. Remarcó Alejandra Cañoni, la cantante y compositora platense que esta noche llega al escenario de Notorious (51 entre 4 y 5, 1er. piso del Pasaje Rodrigo) para presentar a las 21 su primer disco solista.

Estará acompañada, además, por Diego Rolón y Leandro Rouco (guitarras), Andrés Steccone (bajo) y Horacio Veros (batería y percusión).

“Constitución, es un salto que dí, que me marcó muchísimo. Donde sentí que emigraba. Me metí en un lugar donde ni siquiera sabía cómo se llamaban las calles. Fue salir de un pueblo, a la ciudad que tiene otro ritmo, otra gente. Ahí encontré el amor y el desamor y acá (en Buenos Aires) tuve a mi hija”, agregó la artista que se radicó definitivamente en la Capital y donde realizó el estreno oficial de su ópera prima, el último 18 de junio en el Centro Cultural de la Cooperación.

–¿Qué significa tocar en su lugar de origen?

–Tenía muchas ganas de ofrecer mi música en La Plata, este es mi lugar de pertenencia, donde están mis amigos. Hoy voy a cantarle a la gente que sabe de qué hablo, de la calle, de la conchilla que se encontraba hace miles de años en las calles de mi barrio, del lugar donde nací.

–¿Extraña City Bell?

–Sí, siempre busco el paisaje más cercano. Por suerte el lugar donde vivo, tiene un tilo en la esquina y me recuerda un poco a La Plata. Uno siempre extraña el lugar de origen. Cambia todo. Ahí están los gérmenes de mi esencia, de mi estilo.

–¿Cómo empezó su carrera?

–Arranqué en el ‘90 profesionalmente, pero vengo de cantar en La Plata, de haber participado en coros, de toda la movida platense de aquella época, más o menos hablo del año ‘82. Canté en Procanto popular, que es un grupo que aún hoy dirige Guillermo Massi y ahí conocí a muchos músicos platenses como Diego Rolón, Alejandro Rodríguez, Martín Ralinqué, todo un grupo que compartíamos música, el folclore y el rock nacional. A partir de ahí tomé la decisión de ir a estudiar músico terapia a Capital. Ahí empecé con dos caminos paralelos, estudiando música y me dediqué, por otro lado, al trabajo clínico con chicos discapacitados y con la salud mental. Con eso seguí ininterrumpidamente. Me especialicé en chicos con Síndrome de Down y en disminuidos visuales.

–¿Cómo llegó al disco?

–Hace cinco o seis años empecé a trabajar con Alberto Muñoz, que es un músico, dramaturgo, escritor. Y a partir de ahí, empecé a componer. Mi carrera y mi trabajo fue más personal. Siempre fui buscando mi propia voz y qué era lo que quería cantar. La música popular era lo que más me gustaba, pero también el tango, el folclore, la música rioplatense, el candombe. El desafío fue componer mis canciones y trabajar en ellas. Me rodeé de gente talentosa, como Diego Rolón, que es muy conocido en La Plata.

–¿Participó también de la grabación de música infantil?

–Sí, estuve trabajando para el disco Piojos y Piojitos 2, trabajé coordinando con chicos el área de música en el Jardín de la Esquina (la escuela que movió este disco), que fue producido por Página 12.

–¿Fue su única experiencia en la música infantil?

–No me dediqué a la música infantil, pero siempre estoy cercana. No sentí que era por ahí mi camino.

Fuente: Diagonales

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