domingo, 25 de octubre de 2009

Detrás del telón del teatro independiente bonaerense

Con la sanción de la Ley Provincial de Teatro Independiente, aprobada el mes pasado por la Legislatura bonaerense, salas y compañías teatrales gozarán de recursos provenientes de un fondo especial para fortalecer el desenvolvimiento de la disciplina en la región. Agencia NAN dialogó con los impulsores de la ley y algunos de sus beneficiados, que abrieron el paso hacia el camerino de dificultades con las que deben lidiar, al menos hasta que la norma se aplique: la falta de espacios, la poca difusión y la “tinelización” de los espectáculos.

Por María Daniela Yaccar

Buenos Aires, octubre 15 (Agencia NAN-2009).- Detrás de todo teatro independiente, hay alguien que lucha. Detrás de ese alguien que lucha, hay un barrio. Y en ese barrio, un público que a partir de la sanción de la Ley Provincial del Teatro Independiente tendrá la posibilidad de contar con espectáculos alternativos de mayor calidad. Con la creación de un Consejo Provincial encargado de la asignación de recursos de un Fondo Especial, la norma apunta a fortalecer la actividad teatral independiente de toda la provincia de Buenos Aires y aparece como una solución a los altos costos en alquileres y la escasa difusión. “En realidad, el aporte económico es para el pueblo. Los teatristas son la herramienta”, recalcó a Agencia NAN Oscar Rekovski, representante provincial del Instituto Nacional del Teatro (INT) y uno de los impulsores de la ley.

La importancia de la Ley provincial del Teatro Independiente reside en que, hasta el momento, el único aporte que recibían los artistas independientes de la provincia era nacional, a través del INT. Una ayuda que resultaba insuficiente, sobre todo por los gastos en la renta de los inmuebles. “Los alquileres son costosos y no hay posibilidad de acceder a la propiedad de los locales”, explicó Daniel Melluso, director de El Teatrino de La Plata e integrante de la Federación de Teatristas Independientes de Buenos Aires (FETIBO). Justamente con esa premisa, la de la escasa ayuda proveniente de Nación, y ante una región cultural superpoblada de grupos y salas, se unieron hace cuatro años la FETIBO, la Asociación Argentina de Actores (AAA), la Comedia de la Provincia de Buenos Aires y la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores).

La lucha conjunta culminó en la ley 14.037, aprobada definitivamente por la Cámara de Diputados provincial a mediados de septiembre y promulgada el 10 de octubre por autoridades del Instituto Cultural bonaerense. La norma declara de “interés público” la actividad teatral en la provincia y la vuelve, por tanto, “acreedora de promoción y protección por parte del Estado”. Entre otras instancias, crea un Consejo Provincial del Teatro Independiente que administrará un Fondo Especial destinado a las propuestas alternativas. Con un piso de 3,5 millones de pesos, los recursos provendrán de un 8,25 por ciento del 67 por ciento que el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de Buenos Aires obtiene por premios prescriptos del juego Quiniela y sus variantes.

Los beneficiarios de la norma serán todos aquellos que estén vinculados con “el hecho teatral”, tanto actores y productores como investigadores, instructores, archivistas, bibliotecarios y docentes. “A la larga revolucionará todo. Va a permitir que tengamos un teatro propio, bonaerense”, subrayó Rekovski. Y para él, los espectadores serán quiénes más agradecerán el cambio: “La cultura es un derecho de la sociedad y tiene que ser un servicio del Estado. Todos deben poder acceder al arte, no sólo algunos privilegiados que puedan pagar sus entradas”.

Aprobada la ley, lo que resta es ponerla en marcha. Los artistas esperan que entre en vigencia en enero próximo, en caso de que ingrese en la discusión del presupuesto provincial, a punto de ingresar a la Legislatura. Ante todo, se espera que apunte a que los grupos teatrales puedan conseguir salas propias o al menos a que alcancen a cubrir la totalidad de los gastos que genera el alquiler con el subsidio provincial. Hoy existen alrededor de 120 salas en la provincia, un número algo inestable porque “se abren cinco y se cierran dos”.

Con todo, para los artistas la ley significa un gran logro, después de años de lucha. “Viene a hacer justicia, a poner una cuota de equidad”, subrayó a este medio Jorge González, director del Teatro de las Memorias de Lomas de Zamora, aunque por otro lado manifestó su escepticismo porque la Ley Nacional del Teatro Independiente --la que los provee de subsidios del INT-- “también fue una conquista genuina, pero hubo momentos en que los recursos estaban mal dirigidos, ya sea a salas oficiales o a empresarios privados”. Finalmente, anheló: “Ojalá que no pase lo mismo con la ley provincial”.

De la nueva norma además se aguarda una solución para otro de los principales “traumas” de la actividad independiente bonaerense: la difusión, “insuficiente y en algunos casos inexistente”, según González, que trabaja en uno de los municipios más fuertes en la movida cultural independiente. Desde su óptica, la escasa promoción de los espectáculos es una dificultad compartida por los grupos teatrales del sur del conurbano. La ecuación es simple: los espectáculos se agotan porque se quedan sin público.

“Queremos desarrollar programas de difusión y promoción de nuestra disciplina en particular”, coincidió Melluso, en referencia al teatro de títeres para adultos. Para González, los organismos comunales también deberían salir a escena en este asunto, con “carteleras que puedan ser una llamada permanente” para atraer espectadores. Porque actualmente “la municipalidad no articula una política que apoye la actividad teatral independiente”.

Del lado del espectador, el objetivo es que “las salas lo cuiden nuevamente”, insistió Rekovski. “Que sean adecuadas y tengan beneficios como calefacción o aire acondicionado”. En síntesis, “que sea más agradable ir al teatro”. Y también, que los concurrentes tengan acceso a espectáculos de mejor calidad, “con equipamiento de luces y sonido en buenas condiciones”.

De esa manera, quizás el teatro independiente pueda explotar realmente su potencial. Porque lo tiene, según Rekovski. “Se supone que el teatro de la provincia de Buenos Aires tiene que representarnos en todo Sudamérica”, remarcó. Por eso es que una de las expectativas a largo plazo es que “los grupos puedan viajar y participar” de eventos en el extranjero, lo cual tendrá su correlato en un incremento del “prestigio cultural” del país.

Por ahora, el teatro independiente está en pleno apagón, a la espera de que se abra el telón y comience una nueva obra. Una obra de mayor calidad y para más gente, pero que conserve su propio tinte. “Tratamos temas cotidianos profundos y exploramos más allá de lo que hace el teatro comercial, que sólo busca entretener”, diferenció Melluso. Y para explicar su afirmación acuñó un neologismo: la “tinelización” del espectador que fomentan las grandes producciones. González, por su parte, concluyó: “Castigadas como están las barriadas, el teatro independiente es un elemento de reflexión y de aglutinamiento”.

Fuente: Agencia NAN

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