sábado, 24 de octubre de 2009

En deuda con la ciudad de La Plata

El deterioro de los bienes patrimoniales

La caída de parte de una escultura en el Palacio Legislativo se suma a otros episodios. Entre ellos, la cuestionada restauración de las estatuas de plaza Moreno. Las soluciones efectivas no aparecen .

La caída de la cabeza de una de las figuras que custodian el ingreso a la Cámara de Diputados instaló -una vez- la preocupación por el mantenimiento que reciben aquellos monumentos que forman parte del patrimonio escultórico y arquitectónico de nuestra ciudad.

Tal como se informó, la cabeza cayó a pocos metros de la puerta de ingreso, desde lo alto del Palacio Legislativo. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos, pero el daño fue importante, ya que se trata de uno de los edificios del período fundacional.

“El descuido es permanente”, dijo a Hoy Alberto Antonini, presidente del Foro ciudadano La Plata (Focalp), y alertó que si estas cuestiones no se toman en serio “la ciudad irá perdiendo parte de su identidad”.

En ese sentido, recordó el caso de la glorieta de plaza San Martín: “A mediados de 1994 el Municipio retiró las verjas originales con la supuesta intención de restaurarlas”, pero como tardaban demasiado en reponerlas el Focalp inició una serie de reclamos que decantaron en un pedido de informes en el Concejo Deliberante.

“Después, el Municipio -que por entonces estaba a cargo del ahora ministro de Justicia, Julio Alak- empezó a poner excusas: que las habían sacado para pintarlas, que se había roto una y necesitaban las otras para usarlas de modelo, y cosas por el estilo, hasta que un día admitieron que se habían extraviado. Lo cierto es que jamás aparecieron y terminaron poniendo réplicas”, rememoró Antonini.

Salvando las distancias con lo ocurrido el miércoles último, el dirigente entiende que no se ha aprendido la lección. Prueba de ello es el estado de abandono en el que se encuentra el puente peatonal de la estación ferroviaria de Tolosa, el deterioro de las esculturas del parque Saavedra (foto) y el triste destino de los adoquines que colocaron tanto en ese paseo como en el Bosque.

Algunos de ellos fueron arrojados al lago y otros deben estar en los hogares de quienes se los llevaron para trabar puertas o cosas por el estilo. Una pena.

Peor el remedio...

Es cierto que la administración de Pablo Bruera realizó arreglos en los paseos públicos. Pero en lo que hace a las esculturas parece haber naufragado en las aguas de la improvisación.

De hecho, en septiembre último, una de las cátedras de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP le entró duro a los trabajos realizados sobre las figuras que componen el conjunto escultórico de plaza Moreno. Los expertos consideraron una “falta de respeto” y una “pérdida irrecuperable” al lavado de cara que le aplicaron a Las cuatro estaciones.

Indicaron que -a raíz de esa ¿restauración?- el baño metálico que las protegía fue lisa y llanamente eliminado. Esa cubierta “cumplía una función antioxidante”, pero sacaron lo poco que quedaba.

Para el concejal Oscar Negrelli (ARI) “está clarísimo que no existe una política seria en lo que hace al cuidado del patrimonio de la ciudad y que tampoco hay proyectos a largo plazo”.

Para el edil se trata de un déficit histórico que quizá obedezca a la falta de una correcta concepción de lo que se entiende por ciudad.

Fundada por Dardo Rocha, el 19 de noviembre de 1882, la ciudad no sólo es dueña de un trazado ejemplar, sino también de un largo listado de edificios públicos -como el Pasaje Dardo Rocha- y monumentos que hacen a su identidad arquitectónica y cultural. Pero no todos son cuidados como corresponde, y eso sin dudas preocupa.

“Los gobernantes tienen la obligación de buscar soluciones y el tiempo suficiente para hacerlo, pero a veces miran hacia otro lado”, dijo Negrelli, y concluyó: “Quizá este incidente -el de la Legislatura- sirva para comenzar a cambiar las cosas”.

Fuente: Hoy

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