viernes, 23 de octubre de 2009

“En los años ‘80, La Plata era un paraíso cultural, había una apertura muy grande”

Fernando Rickard

Desde Villa Elisa, el rock con aires folclóricos de Pájaros vuela en libertad

Simplemente Pájaros, como la banda, se llamará el postergado disco de estos músicos platenses que este viernes 23 de octubre, subirán al escenario del Ayuntamiento (1 e/ 47 y 48), en una fecha compartida con Francisco Bochatón y Miles (nuevo proyecto de Coda –Peligrosos Gorriones–), para adelantar canciones de ese trabajo discográfico.

Pájaros combina un rock tradicional de aires melódicos con cadencias propias de otros ritmos como el folclore, melodías que surgen del contacto con la naturaleza. No en vano varios de sus integrantes viven en Villa Elisa. ¿Por qué Villa Elisa? “No sé, porque hay terrenos grandes, mucho pasto, tranquilidad”, aclaró Fernando Rickard, voz y guitarra de la banda.

Pájaros será el nombre de su primer larga duración, de inminente lanzamiento. “Se hace desear”, repetirá varias veces Rickard durante la charla con Diagonales. Por eso, y como una suerte de castigo, el CD quizás “no tenga una presentación oficial, habrá una fecha en ese momento y tocaremos las canciones, todavía no está hablado”.

–¿Cómo surge Pájaros?

–Vuelvo a vivir a Villa Elisa, después de estar en Capital, me reencuentro con viejos amigos de 40 escalones y empezamos a armar un nuevo proyecto allá a fines de 2004. Con Rocky Velázquez en batería, Juan Esteban Suniar Gonda en bajo y después que se incorpora Julián Alfaro en la guitarra, grabamos nuestro primer EP Tardes Noches, en abril de 2005. Antes de grabar nuestro segundo EP Amor Express, se va Suniar Gonda y entra Gastón Peirano, que es nuestro actual bajista.

–El nuevo disco se hace esperar…

–El disco nuevo lo grabamos en 2008, tocamos mucho en vivo y al disco, al postergarse su salida lo toqueteamos un poco. Eso de dio porque los grabamos en lo de Alfredo Calvelo, que es un amigo, y nos tomamos un tiempo dada la cercanía con Alfredo. Es un disco que no se puede creer lo que tarda, ya parece que hicimos un doble vinilo.

En lo que respecta al nombre, se va a llamar como la banda. Pensé mil, hice listas, me despertaba a la noche a escribir alguno que se me ocurría, hasta que dijimos: “dejémosle Pájaros”.

–¿Cómo definiría musicalmente a Pájaros?

–En los catálogos nos ponen como banda indie. Personalmente durante mucho tiempo escuché Camilo Sexto, Nino Bravo y mucho folclore. También Charly (García) y Spinetta. Uno va evolucionando, pero esa química siguió de fondo. Y musicalmente vamos por varios lugares. Tenemos rock de cuartetas, con cierta cadencia romántica y también momentos de rock inglés y country.

–Una banda de rock…

–Una banda de rock, en un sentido de rock más figurado. Tocamos lo que queremos y la identidad a la música se la da la banda. Hay que divertirse, si te dejás de divertir, no tiene sentido. El rock es una puerta de entrada a muchos otros ritmos, hay que tocar todos. Ninguno de nosotros vive de la música.

–¿Le gustaría vivir de la música?

–Es un sueño de niño, de cuando uno es más chico, hoy no sé si lo soportaría. Si estaría bueno saber, hasta donde uno llegaría si se ocupara todo el tiempo de la banda. Pero no es así, entonces la falta de tiempo hace que tengas que optimizar el tiempo que tenés.

–Recién mencionó a la juventud, antes a 40 escalones. ¿Qué recuerda de aquellos años?

–El desparpajo, era más caradura. Me acuerdo que una de las primeras veces que tocamos había muchos familiares y yo me bajé los pantalones, y todos me miraron como diciendo '¿qué hace?' y para mí era algo natural. Tenía más juventud y frescura. Ensayábamos menos y teníamos más temas por semana.

Fue una época hermosa, una época de oro artísticamente para La Plata. Yo llegó a la ciudad en 1984, una época en que las peñas explotaban. Más tarde, aparecieron lugares como el Boulevard del Sol o Tinto a Go Go, la ciudad era un paraíso cultural, hubo una apertura importante y eso fue genial. Es un recuerdo hermoso.

–¿Qué tienen Villa Elisa, que todos quieren ir allá?

–Terrenos grandes, mucho pasto, tranquilidad. Una vez volvía de Buenos Aires y un cartel a la altura de Quilmes decía: “la naturaleza es sabia, por eso se va de la ciudad”. Y es así, por eso no lo dudé. Además, estás cerca de todo. De mi casa al Obelisco estoy en 30 minutos, del centro de La Plata a menos. La casa más cercana está a 50 metros, así que tampoco está el problema de molestar a los vecinos.

–En el horizonte cercano hay una fecha con Francisco Bochatón…

–Sí, este 23 de octubre tocamos con Miles y Francisco Bochatón en el Ayuntamiento. Es una noche en la que va a haber mucho gorrión dando vuelta.

Fuente: Diagonales

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