domingo, 11 de octubre de 2009

Los árboles rosados alegran el paisaje de la Ciudad de La Plata

Cada tanto, en alguna plazoleta o entre el alineado de una mayoría de árboles de follaje verde de una vereda, las calles de la Ciudad se salpican de un rosa profundo que le imprime un atractivo especial al paisaje urbano. Son los lapachos rosados, un ejemplar que en La Plata se destaca en escasas cazuelas de la vía pública y que por estos días se exhibe con todo el color que le otorga la luz y la calidez de la primavera.

La "tabebuia avellanedae", nombre científico de la florida especie arbórea, se encuentra en Latinoamérica, desde México hasta la Argentina y, particularmente, en el norte de nuestro país. De larga vida, entre su recto tronco y colorida copa alcanza hasta 30 metros de altura; sus hojas son palmaticompuestas, con folíolos ovados o elípticos y flores tubulares acampanadas, de color más o menos púrpura y de un tamaño de entre 4 y 7 centímetros de longitud.

Esos son, a grandes rasgos, los datos de los que habla la botánica cuando detalla las características del lapacho en su versión de ramilletes rosas (los hay también negro y amarillo). Pero a los ojos de cualquier observador lo que cuenta es la belleza, la intensa tonalidad que rompe la uniformidad de un paisaje que se asemeja a los cuadros de aquellos pintores clásicos que eligieron la naturaleza para expresar el arte.

Como un ritual, la imponente copa rosada de 10 entre 40 y 41 repite su magnífico espectáculo todos los años hacia fines de septiembre. Por entonces aparecen los primeros brotes y con el correr de los días el gran ramo floral que llega a los 15 metros va adquiriendo color. Ahora, aunque todavía no en su plenitud, ya se muestra esplendoroso. Los vecinos, que no por la costumbre dejan de admirarlo, siguen atentos el llamativo proceso de florecimiento. "Siempre es así -dijo la empleada de una panadería que lo observa todos los días por la amplia vidriera de la panadería donde trabaja-. Y cuando termine octubre va a estar toda la copa cubierta de flores".

En cambio, al lapacho de diagonal 80 y 4, este octubre sorprendió: "es la primera vez que lo veo así y hace siete años que trabajo acá; nunca otros años tenía la copa tan llena de flores", contó Mariana Grassi, de una pinturería ubicada enfrente de la plazoleta.

"Esta es la época de florecimiento", indicó el director de Espacios Verdes y Arbolado Público, Alfredo Bertolotti, quien añadió como información que el espectáculo de color puede durar hasta noviembre. "En verano los lapachos ya sólo tienen hojas", dijo.

Pericles Merlo, que fue durante años director de la ex Escuela Superior de Bosques, coincidió en que en La Plata el lapacho florece en octubre. "Acá ocurre este mes por la luz y la temperatura. En otras regiones, como Santiago del Estero, por ejemplo, la floración es más temprana", señaló el experto.

Varias plazoletas de las diagonales 74, 77, 78 y 80, alguna vereda de barrios céntricos y muy escasamente en parques o espacios verdes muestran estos lapachos rosados. También, aunque todavía con poco desarrollo porque la forestación es reciente, calle 12. En general, fueron plantados por decisión de distintas gestiones comunales. "En La Plata son ejemplares no muy frecuentes que no se ubican en forma lineal -explicó el ingeniero agrónomo y especialista en patrimonio arbóreo, Marcelo Viguier-, sino que contribuyen a sumar un elemento entre otros árboles que componen los espacios públicos".

Fuente: El Día

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