martes, 13 de octubre de 2009

"Recuperé el humor"

SOLA. LA CANTANTE ESPAÑOLA ANDUVO UN AÑO DE VIAJE PARA RECUPERARSE DEL ÉXITO

Bebe, después del boom a cinco años del hit "Malo", volvió con disco nuevo.

A Bebe no le hablen de éxito. Hace cinco años era una chica más que estudiaba actuación y cantaba en bares, hasta que un día grabó un disco: se llamó Pafuera telarañas y vendió casi un millón de copias. Toda España hablaba de ella y del hit Malo, que trataba un tema sensible como la violencia contra las mujeres. Y Bebe, que tenía 26 años y cero experiencia mediática, se chifló.

"No había otra cosa que no fuera Bebe y Malo: fue una locura que duró tres años, y todo el rato. Hagas lo que hagas, si te pasas todo el día con tu trabajo, y todo gira en torno a ti, te cansas. Es demasiado. Yo no lo pude manejar: sólo quería matar a la gente". En esa época paseó su malhumor por acá -incluyendo un desplante a Maradona en La noche del Diez- y forjó su reputación de dura de entrevistar. Por eso, aterraba hasta la idea de hablar por teléfono con ella. "Eso me dicen todos: me hace mucha gracia", ríe la Bebe modelo 09. "Soy difícil si me encuentro frente a alguien difícil o que no entiende nada, pero si el que tengo delante es agradable, ¿por qué voy a ser de otra manera? Igual me alegro: mejor tener fama de difícil que de fácil, así se filtra un poco más la cosa".

¿Cuál fue el secreto del cambio? ¿Por qué ahora parece encantada de encarar la parte más detestada de su trabajo: la promoción? ¿Terapia, tal vez? "La terapia fue coger mi furgoneta y pirarme. Y estar sola. Me encanta viajar y estar sola. Anduve por muchos sitios. Necesitaba tiempo para tomarme las cosas con calma y ver en perspectiva. Por eso lo dejé todo: viajaba y escribía todo el rato, tranquilita. Transformé lo negativo en positivo. Si queda algo negativo en mi cabeza, es sólo para acordarme de lo que no tengo que volver a hacer. Recuperé el humor".

El paréntesis fue de 2007 a 2008. Volvió, juntó todo lo que había creado en la ruta y se metió en el estudio. Doce meses después, parió Y. (léase "y punto"), un disco tan bueno o mejor que el primero. Todo un logro: si hay algo difícil, es no decepcionar después de un gran comienzo. "Yo sabía que se iba a vender menos que el anterior, y un poco lo deseaba. Eso me aliviaba. Hubo muchos factores para aquél boom: yo era una novedad, estaba cantando una canción sobre malos tratos... Una vez que hice una lectura sobre aquellos años, vi que no va a volver a pasar. Una vez que la bomba ha reventado, no revienta más. Además, en este disco no hay ningún Malo, no hay denuncia social. Es más difícil de escuchar, es más para adentro".

No le pidan más definiciones. Como el 99% de los músicos, odia darlas y que alguien las dé. Probemos decirle que lo suyo es un mestizaje entre flamenco, pop y hip hop, y nos cacheteará: "Cuando os ponéis a definir... ¿Tú crees que hay mucho flamenco pop en este disco? Puedo tener giros al cantar que recuerden al flamenco, porque está constantemente en mi vida, pero nada más. Hago la música que me apetece, sin demasiada conciencia: las cosas van fluyendo. ¿Qué sonido tienen, a qué se parecen? No lo sé". Y punto.

Fuente: CLARIN

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