jueves, 22 de octubre de 2009

Un paseo por los clásicos vieneses

REPERTORIO LOS DIRIGIDOS POR HASELBÖCK INTERPRETARÁN SCHUBERT Y HAYDN.

Entrevista Martin Haselböck El director y organista, al frente de la Orquesta Wiener Akademie, actúa jueves 22 y viernes 23 de octubre en el Coliseo.

Por: Sandra de la Fuente
Fuente: Especial para Clarín

Con la Misa nº 2 en Sol mayor de Schubert y el Stabat Mater de Haydn a cargo de la Orquesta Wiener Akademie y el Coro Sine Nomine dirigidos por el director y organista vienés Martin Haselböck cerrará el Mozarteum su ciclo 2009, este jueves y viernes, en el Coliseo.

La Wiener Akademie, cuyo enfoque historicista abarca desde el barroco hasta el romanticismo temprano y suele reflotar un repertorio poco escuchado, fue creada por Haselböck en 1985.

"El piso técnico de los intérpretes, no sólo de los dedicados al historicismo sino también de los estudioso del repertorio moderno, es hoy mucho más alto que en 1985", comenta Haselböck. "Y muchos de los integrantes de la Wiener Akademie son excelentes en ambos tipos de instrumento".

¿Percibe en la interpretaciones historicistas actuales una tendencia a un mayor brillo?

Puede ser, pero es difícil generalizar. Después de los primeros años de experimentación y desarrollo de las ideas sobre interpretación de la música antigua, las orquestas barrocas se han vuelto tan personales en sus versiones como lo son las sinfónicas. Entre la Wiener Akademie y la Música Angélica existen tantas y tan enormes diferencias como entre la Filarmónica de Viena y la de Los Angeles.

Música Angélica es la formación de instrumentos antiguo que dirige en Los Angeles. Su agenda lo lleva a trabajar en uno y otro continente, ¿qué diferencias nota entre uno y otro lado del Atlántico?

En Europa los intercambios entre las orquestas sinfónicas y los grupos de música antigua son muy intensos, en cambio en Estados Unidos son mundos completamente diferenciados. Por otra parte, las agrupaciones cambian muchísimo también de país a país. Creo que el idioma de cada país tiene que ver con el modo de interpretar. La claridad gala del francés se conecta perfectamente con la nitidez de Les Arts Florissants, el alemán oscuro que hablamos los vieneses, con el ideal de sonido de la Wiener Akademie.

Usted también dirige orquestas modernas. ¿Las trata como cuerpos completamente diferentes?

Siempre tengo el sonido de los instrumentos de época en mis oídos. Me sucede lo mismo como organista: cuando toco teclados modernos el sonido del órgano de Bach guía mi interpretación. Con la experiencia uno aprende el modo de transmitir ese ideal sonoro con el instrumento que tenga.

Fuente: Clarín

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